Los taxis son unos de los servicios de transporte público o privado más utilizados por los transeúntes para llegar a un destino por ellos escogidos, a diferencia de los otros servicios de transporte, en los cuales los destinos ya están previamente determinados por quien presta el servicio.
El precio del servicio puede ser acordado entre las partes o bien, pueden haber otros mecanismos más objetivos, para determinar el precio del servicio. En ocasiones existen tablas de costos que están disponibles para el cliente antes de tomar la decisión de aceptar o no. En este caso, el precio no variará en función del tráfico, ruta seleccionada o tiempo que tarde el conductor en llegar al destino final.
También existe otra modalidad, que es el uso de taxímetro, el cual es un aparato que va definiendo de manera automática, el costo de la carrera en función del tiempo y la distancia recorrida por el vehículo. En estos casos, definitivamente es mejor para el cliente que el conductor no tome rutas congestionadas que eleven el tiempo del servicio y así el costo del mismo.
El uso de uno u otro mecanismo para determinar el valor de la carrera, dependerá tanto de la legislación del país en cuestión como de la preferencia de las partes involucradas. Hay países en los cuales el uso del taxímetro es obligatorio, mientras que en otros ni siquiera existen.
Origen del nombre
Los taxímetros no solo han servido para determinar la cantidad de dinero que una persona debe pagar por el servicio recibido, sino que también sirvió para darle nombre a este servicio.
Efectivamente, hay quienes piensan que fue al revés, es decir, que el taxímetro deriva su nombre por ser un componente utilizado en los servicios de taxis. Sin embargo, la verdad es que los taxis toman su nombre a partir del uso de los taxímetros. Bien vale decir en este caso ¿qué fue primero? ¿la gallina o el huevo? Pero en el caso que nos ocupa, definitivamente se puede determinar que primero fue el taxímetro y luego el nombre de taxi.
Evolución del servicio
Inicialmente para tomar un servicio de taxi era indispensable estar en la calle y tomarse unos minutos para hacer señales al conductor indicándole la necesidad que había del servicio. Posteriormente, con el avance de la tecnología telefónica, ya era posible contratar un servicio vía telefónica e indicarle al conductor tanto la dirección de salida como la dirección final del destino. Actualmente, y gracias también a las bondades ofrecidas por los avances tecnológicos, la reserva de un servicio de taxi no solo puede hacerse con varios días de antelación, sino que también puede conocerse información del vehículo y del chofer que prestará el servicio en particular.